¿CÓMO TE PODEMOS AYUDAR? FASES Y TRATAMIENTO
Vivir sin adicciones
Los objetivos principales son: que el paciente deje el consumo, comprenda la enfermedad y se prepare para vivir sin la necesidad de utilizar sustancias nocivas y ejercer actitudes adictivas, manteniendo adicciones conductuales.
El tratamiento proporciona asistencia bio-psico-social, y aunque básicamente se fundamenta en la psicoterapia, puede al mismo tiempo proporcionarse asistencia medicamentosa durante la fase de desintoxicación. De ese modo se hacen más llevaderos los primeros días del proceso de curación del paciente y se reducen los posibles síntomas de abstinencia.
El patrón que seguimos es un modelo cognitivo-conductual, intensificado con procedimientos de otros métodos. En cuanto a las técnicas conductuales, se procura utilizar reforzadores positivos y evitar en la medida de lo posible el impacto negativo subyacente en el inconsciente. Si es necesario, se conseguirá mediante técnicas de exposición imaginativa, combinándolas con una reestructuración cognitiva, que permita el cambio de comportamiento.
El plan de tratamiento se divide básicamente en cuatro fases: desintoxicación, deshabituación, recuperación y reinserción (las dos últimas se realizan de forma ambulatoria, con un seguimiento riguroso del paciente mediante su asistencia diaria a las sesiones terapéuticas del centro, tras el alta, conjuntamente con las analíticas de control)
Fase de Desintoxicación
Caracterizada por un control estricto bajo vigilancia, según los protocolos marcados por el Ministerio de Salud y nuestro equipo médico psiquiátrico. Durante esta primera fase, los pacientes pueden recibir medicamentos de ayuda para prevenir posibles síndromes de abstinencia.
No se trata de desintoxicarle mientras el paciente se encuentra en estados de sedación, porque en todo momento debe sentirse muy consciente y debe mejorar tanto su fuerza de voluntad, como su concentración para empezar a sumergirse en la psicoterapia. Tampoco se trata de evitar por completo los síntomas de abstinencia, sino de mantener un reconocimiento funcional que le proporcione un estado de alerta y de referencia.
Durante el tratamiento, los síntomas leves de abstinencia percibidos por el paciente como resultado de la ingestión pasada de sustancias tóxicas, se utilizarán como estímulos aversivos tanto psicológicamente, como mediante el uso de la terapia conductual. La duración media de esta fase es de 21 días, oscilando entre 15 y 30 días.
Fase de Deshabituación
La adicción conductual y a las drogas altera excesivamente los hábitos, comportamientos y actitudes del paciente. Esta es la etapa de ajuste de estos cambios de hábitos, comportamientos y actitudes para mejorar la calidad de vida del paciente y su integración en el entorno social, familiar y laboral.
Se analiza específica e individualmente el estilo de vida y hábitos de consumo del paciente, así como se identifican los diferentes perfiles de riesgo para evitar futuras recaídas. Esta fase coincide en cierta medida con la fase anterior porque estos aspectos ya están funcionando cuando el paciente se interna e inicia el tratamiento. Dura más que la fase de desintoxicación y tiene una media de diez semanas, oscilando entre 8 y 12 semanas.
Fase de Rehabilitación
En esta etapa comenzamos con un tratamiento ambulatorio para restaurar las habilidades que el paciente ha perdido o no ha desarrollado debido a la adicción. La herramienta básica del proceso es la psicoterapia tanto grupal, como individual para pacientes y familiares, y aunque ya se ha utilizado en las dos primeras etapas, avanza a otro nivel en la fase ambulatoria.
Lo complementamos con actividades diseñadas para controlar impulsos, reducir la ansiedad, gestionar horarios y mejorar las habilidades personales y sociales del paciente. La duración promedió de esta fase es de 12 meses, con un rango de entre 9 y 15 meses.
Fase de Reinserción
Durante todo el tratamiento en el Centro Mas Amigó, los pacientes se van preparando para recuperar su entorno familiar, social, laboral y de ocio.
La reintegración del paciente a su entorno es el fin último de todo el proceso, por lo que se continuará con el seguimiento médico, psicológico y social del paciente hasta su total consecución.
Durante esta fase, el paciente comenzará una vida normal, en combinación con el tratamiento ambulatorio. Se reducirá paulatinamente la asistencia al centro, desde el hogar del paciente.
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